La Junta viste también a los costaleros. La Junta, laica e imparable, restaura vírgenes y sirve la tela imprescindible para los hombres de abajo. Esos costales tan modernos, tan de hombres atléticos y misteriosos que pareciera que van a publicitar perfumes en los anuncios prenavideños, qué poquito se parecen a los de los antiguos cargadores del muelle del álbum sepia de Martín Cartaya. Aquellos ni eran del SAS, ni llegaban a la mitad del tabique nasal. Ni tenían tanta pose ni parafernalia.
(Blog El Fiscal)
domingo, 9 de mayo de 2010
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